La transformación tecnológica del sector financiero ha encontrado en la inteligencia artificial un aliado estratégico que está redefiniendo lo que es posible. Compartimos las principales conclusiones de nuestro reciente panel «De la herencia tecnológica al futuro digital: transformación bancaria con AI» en Revolution Banking 2025, celebrado el pasado 13 de mayo en Madrid.
Durante años, la modernización tecnológica en la banca ha sido una conversación marcada por migraciones interminables, sistemas legacy con más historia que documentación y cierto temor a modificar infraestructuras que, aunque funcionan, lo hacen con limitaciones evidentes.
Sin embargo, el panorama ha cambiado radicalmente. La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa para convertirse en un agente de transformación profunda con implementaciones reales que están redefiniendo el sector.
Los copilotos y asistentes de código representan la cara más visible de esta revolución. Pero quedarnos solo en esta capa superficial podría ser contraproducente. Como destacamos en nuestro panel, «el copiloto puede ser como un analgésico: te da la sensación de avanzar, de producir más rápido, pero sin una estrategia sólida detrás, podemos acabar acelerando hacia el lugar equivocado» comenta Alberto Burguete, Business Managing Director, Shaper by atmira.
“El verdadero potencial de la IA en la banca emerge cuando proporcionamos el contexto adecuado. Los grandes modelos de lenguaje no razonan ni comprenden el negocio por sí solos; necesitan nutrirse de nuestras arquitecturas, logs, documentación interna e incluso de esas líneas de Cobol que todavía mantenemos” añade Alberto.
Cuando la IA accede a este contexto específico, pasamos de hablar de simples asistentes de código a ecosistemas de agentes colaborativos que entienden objetivos de negocio, optimizan infraestructuras y proponen nuevas arquitecturas.
Ecosistemas de agentes: la nueva IT bancaria
El modelo de «ecosistema de agentes» emerge como la nueva forma de organizar la tecnología bancaria. En nuestro debate, exploramos de la mano de excelentes profesionales como Marisa Pascual Alonso (Financiera El Corte Inglés E.F.C, S.A.) y Jose Antonio Herrero Moriana (ING España&Portugal), con Alberto Burguete Mancebo (Shaper by atmira) como moderador, cómo esta colaboración entre agentes de IA y equipos humanos está transformando los perfiles profesionales y creando nuevas dinámicas de trabajo.
Los casos de uso que ya funcionan en producción demuestran que no estamos ante ciencia ficción, sino ante una realidad que está redefiniendo las operaciones bancarias día a día.
Durante el panel analizamos en profundidad el modelo de trabajo complementario donde inteligencia artificial y talento humano maximizan su eficiencia al enfocarse en sus fortalezas respectivas. La IA sobresale en el procesamiento sistemático de información, automatización de procesos rutinarios y detección de patrones en conjuntos masivos de datos. Mientras tanto, el componente humano aporta un valor insustituible en la toma de decisiones estratégicas, la gestión de situaciones excepcionales y el ajuste fino de los sistemas cuando estos enfrentan escenarios imprevistos o ambiguos que requieren experiencia y criterio profesional.
Seguridad y regulación: el equilibrio necesario
En un sector tan regulado como el bancario, la implementación de IA generativa plantea desafíos únicos. Analizamos las salvaguardas técnicas y arquitectónicas necesarias para garantizar despliegues seguros que cumplan con los requisitos regulatorios sin comprometer la confianza de los clientes.
El marco regulatorio actual muestra señales de adaptación, pero aún debe evolucionar para mantenerse al ritmo de la innovación en IA.
“Para integrar tecnologías de IA en entornos financieros altamente regulados, nuestra experiencia demuestra que es esencial adoptar un enfoque estructurado en tres niveles interconectados2, comenta Alberto. En su base encontramos el diseño de infraestructuras con privacidad integrada desde su concepción, que establecen perímetros de seguridad infranqueables para información sensible. Sobre este fundamento, resulta imprescindible desarrollar capacidades exhaustivas de trazabilidad y explicabilidad que arrojen luz sobre los procesos de razonamiento algorítmico, especialmente críticos en evaluaciones de riesgo o sistemas antifraude. El tercer componente consiste en establecer un marco de gobernanza transparente que delimite claramente dónde termina la recomendación automatizada y dónde comienza la supervisión humana. La integración armónica de estos tres elementos permite avanzar con innovación tecnológica mientras se mantiene el cumplimiento normativo que caracteriza al sector.
De la disrupción a la ventaja competitiva
Para instituciones que están iniciando este camino, identificamos puntos de partida estratégicos y realistas, errores comunes que deben evitarse y cómo gestionar las expectativas internas para mantener el impulso organizacional.
Los resultados tempranos, cuando se comunican adecuadamente, pueden generar el apoyo necesario para sostener iniciativas de transformación más ambiciosas.
Ninguna transformación tecnológica alcanza su verdadero potencial sin una evolución cultural paralela. Las nuevas competencias de liderazgo, la gestión del cambio y las estrategias para superar resistencias internas constituyen aspectos fundamentales para el éxito sostenible de estas iniciativas.
La IA ha dejado de ser una opción para convertirse en un imperativo estratégico en la modernización bancaria. El desafío actual no consiste en determinar si adoptar estas tecnologías, sino en cómo hacerlo de manera que generen una ventaja competitiva real y sostenible.
Como expresamos en Revolution Banking, «hemos pasado de hablar de inteligencia artificial como una promesa a verla irrumpir como un agente profundamente transformador». Las entidades que mejor comprendan esta dinámica y la integren en su ADN estarán mejor posicionadas para liderar la próxima era de la banca digital.